“Mi alma me habló susurrando incisiva e inquietante:
“Palabras, palabras, no produzcas tantas palabras. Calla y escucha: ¿Has reconocido tu locura y la admites? ¿Has visto que todos tus trasfondos se encuentran llenos de locura? ¿No prefieres reconocer tu locura y darle amablemente la bienvenida? Tu quisiste aceptar todo, entonces acepta también la locura. Permite que la luz de tu locura brille y ha de surgir para ti una gran luz. La locura no debe ser despreciada ni temida, sino que has de darle la vida.
Si quieres encontrar caminos, entonces no tienes que rehuir de la locura, ya que ella, por cierto, constituye una gran parte de tu ser.
Alégrate de que puedas reconocerlo, así evitas volverte su víctima. La locura es una forma particular del espíritu y se adhiere a todas las doctrinas y filosofías, pero aún más a la vida cotidiana, pues la vida misma está llena de locura y es de modo completamente esencial, irracional. Solo por eso el hombre aspira a la razón, para poder darse reglas. La vida misma no tiene ninguna regla. Ese es su misterio y su ley ignota.
Lo que llamas ‘conocimiento’ es un intento de poner a la vida algo comprensible
No tienes en absoluto nada que contradecir, te encuentras en el manicomio”
Carl Jung
El Libro Rojo